A partir de un estudio que evidencia el aumento de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo durante la pandemia, la ISP organizó un ciclo de seminarios online destinado a los sindicatos del sector salud de los países que participaron en el estudio. El miércoles 13 de octubre se realizó el tercer taller de este ciclo, junto a dirigentes de Chile.

El 78,8% de las y los trabajadores del sector salud de Chile, Perú, Brasil, Colombia y El Salvador señala haber vivido alguna situación de violencia o acoso durante la pandemia del coronavirus. Así lo demostró un estudio efectuado por la Internacional de Servicios Públicos (ISP) a fines del 2020, en el marco del proyecto Kommunal. La relevancia de los resultados de esta investigación motivó la realización de un ciclo de talleres -a partir del 14 de septiembre- con el propósito de abordar esta problemática junto a los sindicatos del sector salud de los países involucrados.

Nayareth Quevedo, secretaria subregional de la ISP Cono Sur, coordinadora del proyecto Kommunal y encargada de inaugurar el taller para Chile, el miércoles 13 de octubre, precisa que estos seminarios tienen como objetivo fomentar el debate en torno al acoso y la violencia de género en el mundo del trabajo; sensibilizar sobre la relevancia del Convenio 190 de la OIT y promover sindicatos más fuertes, para que trabajadoras y trabajadores puedan hacer valer sus derechos en un mundo laboral libre de violencia y acoso.

La charla principal estuvo a cargo de Viviana García, especialista en asuntos de género de Argentina y coautora del estudio, quien recalcó que tener acceso a un trabajo digno, sin violencia ni discriminación, es parte de los Derechos Humanos Universales, por lo tanto, es un derecho irrenunciable y exigible. “Abordar la problemática del acoso y la violencia en el mundo del trabajo desde esta perspectiva es muy relevante, ya que constituye un modo una razón y un modo específico para evitar prácticas discriminatorias, incluyendo las relativas al mundo del trabajo”, indicó.

Por eso, cuando hablemos de violencia y acoso en el mundo del trabajo, siempre tenemos que incluir la perspectiva de género, así como la perspectiva de derechos humanos

Si entendemos el acceso a un trabajo digno, sin violencia ni discriminación como un derecho humano, entonces los Estados tienen el deber de respetar, proteger y hacer cumplir este derecho. En tanto, las organizaciones (entre ellas, los sindicatos y organizaciones feministas) tienen el deber de informar, promover, difundir y demandar este derecho.

Otro concepto importante al momento de abordar el tema de violencia y el acoso en el mundo del trabajo es el de perspectiva de géneros, que incluye a las diversidades. “La identidad de género es la herramienta que nos permite abarcar transversalmente todo tipo de organizaciones, desde el núcleo más pequeño hasta el más grande, para reconocer las diferencias y lograr despatriarcar las organizaciones, que son reproductoras de las desigualdades. Sabemos que las mujeres tenemos menos acceso al mundo del trabajo, menor representación en mesas de diálogo social, remuneraciones más bajas, desiguales y más trabajo informal. Además, debemos hacernos cargo de los trabajos de cuidado y maternidad. Por eso, cuando hablemos de violencia y acoso en el mundo del trabajo, siempre tenemos que incluir la perspectiva de género, así como la perspectiva de derechos humanos”, indica esta experta.

La relevancia del Convenio 190

Igualmente, Viviana García sugiere conocer y tener muy presente el Convenio 190 de la OIT y la recomendación 206, ya que ambos documentos dan cuenta de un compromiso para luchar contra toda forma de violencia y acoso en el mundo del trabajo. “El 190 es el convenio de la OIT más explícito en vincular los derechos humanos fundamentales con el mundo del trabajo”, apuntó.

Este convenio se relaciona además con el tema de los cuidados, pues según su definición “aplica a todo lo que ocurre durante el trabajo, en relación con el trabajo y como resultado del mismo”. En esa línea, considera todos los factores que aumentan la probabilidad de violencia y acoso, entre ellos, los riesgos psicosociales. “Y no solo los riesgos que están en el lugar de trabajo, sino en diversas esferas; en el hogar, cuando hay teletrabajo, el trabajo nocturno, el de salud, el doméstico, el transporte y el ocio. Es decir, aborda todo el mundo del trabajo, desde su perspectiva más amplia”.

Conclusiones y recomendaciones

Tras revisar los resultados de este estudio con los asistentes al taller, Viviana García señaló que “estos evidencian que la violencia y el acoso psicológico, sexual, físico y la violencia doméstica afectan principalmente a los trabajadores jóvenes, a quienes tienen pluriempleo, realizan doble turno y/o tienen largas jornadas laborales, trabajan en la emergencia, tienen menores niveles educativos y son mujeres”.

Asimismo, el estudio muestra que la violencia y el acoso en el mundo del trabajo no hace referencia a un problema aislado o individual, sino que responde a situaciones que son avaladas y reproducidas por la propia organización del trabajo. “Si estamos agotados o deprimidos, no es porque tenemos una patología de base. Es porque el trabajo nos enferma. El trabajo es el mayor determinante social de salud. Por lo tanto, estamos ante una organización enferma, que enferma a sus trabajadores y, por lo tanto, deteriora el servicio que la organización puede ofrecer”.

Para hacer frente a este problema -agrega la especialista- las organizaciones sindicales deben contar con un compromiso escrito, previo y conocido por todas las personas, que incorpore políticas reales de prevención y erradicación de la violencia y acoso en el mundo del trabajo.

En ese sentido, es esencial que los sindicatos actúen en forma colectiva e incluyan transversalmente la perspectiva de géneros. “Los sindicatos, al igual que las demás organizaciones del trabajo, suelen ser estructuras muy patriarcales, Hay terminar con eso”.

No nos tenemos que callar, tenemos que hablar, unirnos, apropiarnos de los conceptos que hoy hemos abordado

Adicionalmente, se debe promover la libertad sindical y la libre participación. “Chile vive hoy un momento histórico, que ofrece una gran oportunidad para que la Constitución se convierta en una herramienta transformadora para la sociedad chilena”, acota.

Junto con impulsar la ratificación del convenio 190 y la recomendación 206 y su posterior implementación en Chile, Verónica llama a retomar el concepto original de salud laboral, como un derecho irrenunciable. “El neoliberalismo ha desvirtuado todo, incluyendo el concepto de salud laboral. Por ello es importante promover comisiones mixtas o comités paritarios de salud y seguridad en el trabajo, con plena participación de los trabajadores”, recomienda.

Posteriormente, se realizaron grupos de trabajo para que las y los participantes pudieran compartir experiencias, a la luz de los conceptos y temas abordados en el taller, dinámica que fue muy bien valorada por las y los asistentes. “Es una excelente Invitación a ser embajadores de estos temas y que podamos visibilizarlos en todos los ámbitos de trabajo”, comentó Bárbara Rojas, de Fenpruss.

Para finalizar, Viviana García enfatizó: “no nos tenemos que callar, tenemos que hablar, unirnos, apropiarnos de los conceptos que hoy hemos abordado. Así dejamos de ser individuos y nos convertimos en colectivo. Solo así podemos transformar la realidad”.




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