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Reafirmar el derecho a la salud de lxs migrantes

Dec 18, 2023

La Internacional de Servicios Públicos (ISP) y la Federación Sindical Europea de Servicios Públicos (FSESP) celebran el Día Internacional del Migrante reafirmando enérgicamente el derecho a la asistencia sanitaria de todxs lxs migrantes, independientemente de su situación legal.

El derecho al máximo nivel posible de salud mental y física es un derecho humano fundamental.

Los Estados tienen la obligación de protegerlo, promoverlo y defenderlo. Se han contraído compromisos mundiales y regionales en apoyo de este derecho.

Por ejemplo, el Pacto Mundial sobre Migración de las Naciones Unidas hace hincapié en el acceso a los servicios básicos para todxs lxs migrantes, incluido el acceso a la asistencia sanitaria. La Organización Mundial de la Salud cuenta con un Plan de Acción Mundial para Promover la Salud de lxs Refugiadxs y lxs Migrantes, sincronizado con la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, el cual está dirigido en particular a la Cobertura Sanitaria Universal (CSU). Además, en febrero de este año, los Estados miembros, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y diversas partes interesadas se reunieron en Marrakech en la Tercera Consulta Mundial sobre la Salud de lxs Refugiadxs y lxs Migrantes, en la que lxs participantes reafirmaron el derecho a la asistencia sanitaria de todo ser humano, sin distinción de ningún tipo, y establecieron los compromisos con la salud de lxs migrantes y lxs refugiados en la Declaración de Rabat.

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En la Región Europea, la Carta Social del Consejo de Europa (1961) y la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2000) también contemplan el derecho de toda persona a asistencia y tratamiento médicos, así como el derecho a unas condiciones de trabajo saludables y seguras. Además, el pasado mes de octubre la Región Europea de la OMS adoptó un plan de acción para la salud de los refugiados e inmigrantes para los próximos siete años.

Sin embargo, la situación a nivel nacional es diferente.

Aunque muchxs ciudadanxs nacionales con bajos ingresos también pueden verse excluidos del pleno acceso a la asistencia sanitaria, lxs migrantes indocumentadxs se enfrentan a riesgos para su salud específicos, como el racismo y la violencia, o a condiciones de trabajo que ponen en peligro su vida. Son más vulnerables a las condiciones de trabajo abusivas y a viviendas inseguras, lo cual va en detrimento de su bienestar físico y psicológico.

¡Somos trabajadores de la salud, no policías de aduanas!

Las políticas restrictivas de inmigración y asilo llevan mucho tiempo causando sufrimiento a lxs migrantes sin papeles, solicitantes de asilo y refugiadxs, sobre todo limitando o denegando su acceso a los servicios de la salud públicos. Los partidos políticos de extrema derecha van aún más lejos al convertir a lxs migrantes y refugiadxs en los principales objetivos de su propaganda racista. Su propuesta de obligar al personal de la salud a denunciar a lxs migrantes sin papeles ante las autoridades viola no sólo el derecho humano a la salud de quienes lo necesitan, sino también el código deontológico de las personas que les prestan asistencia. Sin embargo, estos mismos servicios de la salud también dependen de lxs trabajadores de la salud y el cuidado migrantes para suplir las carencias de personal y mantener dichos servicios en funcionamiento.

Ante la obligación de informar, nuestros sindicatos sanitarios dirían: "¡Somos trabajadores de la salud, no policías de aduanas!

Con motivo del Día Internacional del Migrante, la ISP y la FSESP piden a todos los gobiernos e instituciones europeas que reafirmen su obligación de proteger, promover y defender el derecho humano a la salud de todxs lxs migrantes, independientemente de su estatus. Las políticas de migración y asilo deben cumplir con la obligación de respetar los derechos humanos. Un acceso a la atención sanitaria inclusivo, basado en los derechos y no discriminatorio requiere unos servicios públicos de salud adecuadamente financiados, dotados de personal y equipados.

Deben establecerse barreras entre los servicios públicos, incluidos los de la salud y sociales, y los controles de inmigración. Debe permitirse que lxs trabajadores de los servicios públicos, tales como los de la salud y del cuidado, presten asistencia en condiciones laborales seguras y dignas y sin temor a sanciones cuando atienden a todo el mundo.

Por último, en estos tiempos convulsos de conflictos en muchas partes del mundo y de migraciones forzosas, pedimos la paz y el cese de las hostilidades, especialmente en Gaza. En ningún lugar del mundo puede haber derecho a la salud sin paz.

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