En su intervención ante el Congreso de la FSESP, el Secretario General de la ISP, Daniel Bertossa, subrayó el papel crucial de los sindicatos en Europa en la defensa de políticas económicas más justas para lxs trabajadores, con el fin de frenar el ascenso de la extrema derecha.
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La ISP destacó cómo la inseguridad económica y el miedo estaban alimentando el preocupante éxito de los partidos de extrema derecha en las recientes elecciones de la UE.
"La política de derechas es un síntoma, creado por la ira ante una economía global que la gente no cree que funcione para ellos. Una economía global que proporciona enormes riquezas a algunos y trabajo precario a otros. Que genera enormes beneficios empresariales, pero que nunca parece tener dinero para financiar los servicios públicos.
Una enfermera que hace el turno de noche en una planta de COVID paga más impuestos que la empresa que obtiene enormes beneficios de los medicamentos que administra.
Mucha gente piensa que las instituciones mundiales y europeas han empeorado sus vidas y no las han mejorado. Si queremos derrotar a la extrema derecha, tenemos que hacer frente a las fuerzas mundiales que crean un terreno fértil para que prospere la derecha reaccionaria".
Bertossa elogió a los sindicatos europeos por sus valiosos avances en cuestiones como la regulación de la digitalización y la remunicipalización de los servicios públicos, de los que están aprendiendo compañeros de todo el mundo.
Destacó que los sindicatos deben presentar una visión de Europa que ya no se vea amenazada por los intereses corporativos o la extrema derecha y que pueda promover de forma convincente valores como la igualdad, la democracia y la paz en la escena mundial.
En particular, señaló que cuando los sindicatos y los gobiernos del Sur ven que la UE bloquea las exenciones de patentes de vacunas o socava los esfuerzos mundiales de reforma fiscal, se plantean preguntas difíciles sobre a qué intereses sirve realmente la UE.
"Europa no puede estar segura sola en el mundo. Sólo puede estar segura en el mundo. Si noconseguimos normas globales que sean justas, la gente exigirá volver a soluciones nacionales y nacionalistas".
Para concluir, Bertossa hizo un llamamiento para reforzar la solidaridad internacional entre lxs trabajadores de todos los países. "Porque en estos tiempos difíciles, más que nunca, la unidad de lxs trabajadores es la esperanza del mundo.