La declaración de apertura de la ISP en la primera sesión plenaria del Comité normativo sobre peligros biológicos destacó la importancia de contar con un convenio respaldado por una recomendación detallada sobre los peligros biológicos para lxs trabajadores de los servicios públicos.
La ISP hizo una declaración de apertura en la primera sesión plenaria del Comité normativo sobre riesgos biológicos en la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la OIT en Ginebra.
La declaración coincide y apoya plenamente la posición del Grupo de los Trabajadores. Es importante que la ISP destaque y sensibilice a la sala sobre la importancia de contar con un convenio respaldado por una recomendación detallada sobre los peligros biológicos para lxs trabajadores de los servicios públicos, que están especialmente expuestos y son vulnerables a esos riesgos existentes y emergentes para la seguridad y la salud en el trabajo (SST). Es crucial que todxs lxs trabajadores de los servicios públicos estén cubiertxs por el instrumento y que no se hagan excepciones por motivos de servicio esencial.
Lxs trabajadores de los servicios públicos son la columna vertebral de nuestras sociedades. Son las enfermeras y lxs profesores; lxs trabajadores de los servicios de residuos, agua y saneamiento; lxs bomberos y el personal de emergencias; y un sinfín de personas más que garantizan que nuestras comunidades funcionen sin problemas y con seguridad. Frente a los peligros biológicos, estxs trabajadores están en primera línea, arriesgando sus vidas para proteger las nuestras.
La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto su vulnerabilidad y las terribles consecuencias de una protección inadecuada.
Debemos aprender de esta experiencia y mantenernos preparadxs, también, para las amenazas emergentes derivadas de la emergencia climática. Es imperativo que reconozcamos el derecho universal de todxs lxs trabajadores a un entorno laboral seguro y saludable. Esto exige medidas sólidas y globales que garanticen que ningún/a trabajador/a quede desprotegidx. Los peligros biológicos no discriminan, y tampoco deberían hacerlo nuestras políticas y normativas. Nuestro objetivo colectivo debe ser la cobertura universal, extendiendo la protección a todxs lxs trabajadores, independientemente de su sector o situación.
La urgencia de esta situación exige una respuesta formal y vinculante. Necesitamos un convenio específico, acompañado de una recomendación detallada, que proporcione un marco claro para salvaguardar a lxs trabajadores contra los peligros biológicos. Este marco debe incluir protocolos de seguridad obligatorios, acceso a los equipos de protección necesarios, formación periódica y sistemas de apoyo a la salud mental y física de lxs trabajadores. Estas medidas no pueden aplicarse a menos que se respeten y defiendan los derechos sindicales fundamentales.
Los gobiernos y los empleadores de todo el mundo deben asumir sus responsabilidades. Promulgar, hacer cumplir y respetar leyes que protejan a todxs los trabajadores de cualquier daño. Necesitamos una legislación eficaz, una financiación adecuada de los servicios públicos, una dotación de personal segura y una supervisión sólida. El coste de la inacción se mide en vidas perdidas.
Aprovechemos este momento histórico para comprometernos con un cambio significativo que garantice que todxs lxs trabajadores están protegidxs de las amenazas a las que se enfrentan, y que nuestros servicios públicos siguen siendo fuertes y resilientes.