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“La despenalización del aborto en Colombia es un asunto de justicia con las mujeres en un Estado de esencia patriarcal”

Mar 3, 2022

Según Margarita López, integrante del Comité Mundial de Mujeres de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), la sentencia de la Corte Constitucional del país andino del 21 de febrero “marca un hito en vida de la mujer colombiana”.

La Corte Constitucional de Colombia determinó el último 21 de febrero la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 24 de gestación. La decisión se tomó con votación 5-4 ante una demanda que presentó el movimiento feminista Causa Justa, que pedía eliminar el delito por completo del Código Penal colombiano. La sentencia exhorta al Congreso a adoptar una regulación integral sobre el tema.

“Con este fallo de despenalizar el aborto se logra que las mujeres no mueran más por esta causa, que no sean estigmatizadas, coartadas, acosadas e intimidadas y privadas de su libertad por tomar una decisión que de por si no es fácil a nivel físico ni psicológico”, señala Margarita López, integrante del Comité Mundial de Mujeres (WOC) y del Comité Ejecutivo Regional Interamericano (IAMREC) de la ISP, y presidenta del Sindicato de Trabajadores de Acuavalle (SINTRACUAVALLE), empresa pública de agua y saneamiento del Valle del Cauca, en Colombia.

Lea a continuación la entrevista:

¿Qué piensas tú, como integrante del Comité Mundial de Mujeres de la ISP, de la decisión de la Corte Constitucional de Colombia por la despenalización del aborto?

Pienso que esta decisión es histórica para las mujeres en nuestro país. El 21 de febrero marca un hito en vida de la mujer colombiana, pues sin duda la despenalización del aborto en Colombia es un asunto de justicia con las mujeres en un Estado de esencia patriarcal. El hecho que la Corte Constitucional escuchara el clamor del movimiento de mujeres – como el Movimiento Causa justa por la eliminación del delito de aborto – y hombres de la sociedad civil que elevaron esta demanda de despenalizar el aborto para la verdadera libertad y autonomía reproductiva de las mujeres para decidir libremente sobre su cuerpo y la maternidad es un gran logro a nivel social y también de salud pública.

En medio de la discriminación contra la mujer, la violencia sexual, los feminicidios, las brechas de género, la mujer en Colombia se ha visto sometida no solo a la tortura psicológica y emocional que traen los embarazos no deseados, embarazos producto de violaciones sexuales, los abortos clandestinos, sino además tiene que ser sometida a la justicia penalizándola y pasando de ser en muchos casos de víctima a verdugo.

Muchas mujeres están incluso pagando condena penal en establecimientos carcelarios privadas de la libertad por abortar, y no podemos olvidar que las más afectadas en este tipo de situaciones son generalmente las mujeres más pobres, quienes no tienen el dinero para acceder a un procedimiento de aborto seguro, no cuentan con cobertura médica y en muchos casos terminan muriendo por abortar en condiciones clandestinas, a espaldas de la sociedad y de sus propias familias. Existen muchas estadísticas médicas de las mujeres que a diario mueren producto de un aborto por un embarazo no deseado, convirtiendo esta situación en un problema no solo social o de género, sino también de salud pública.

Con este fallo de despenalizar el aborto se logra que las mujeres no mueran más por esta causa, que no sean estigmatizadas, coartadas, acosadas e intimidadas y privadas de su libertad por tomar una decisión que de por si no es fácil a nivel físico ni psicológico.

Margarita López. Foto: Carlos Verdugo
Margarita López. Foto: Carlos Verdugo

¿Cuál fue el papel jugado por el Comité de Mujeres de la ISP en Colombia?

Esta demanda fue promovida por un movimiento de mujeres que se gestó para eliminar el delito de aborto, muchas mujeres sindicalistas simpatizamos con este movimiento o hacemos parte de él de manera personal no como organizaciones, y muchas de estas sindicalistas son del Comité de Mujeres de la ISP. Y a 518 días de presentar la demanda a la Corte Constitucional se da este trascendental fallo, donde cada día que pasó sin esta decisión fue una condena para muchas mujeres.

Causa Justa es un movimiento que busca la libertad y la autonomía reproductiva de todas las mujeres sobre sus cuerpos y sus proyectos de vida. Impulsado por La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, otras organizaciones de mujeres, feministas y de derechos humanos; y diferentes actores entre quienes se encuentran activistas, sindicalistas, prestadores de servicios de salud, referentes de la academia y centros de investigación de todo el país.

Como próximo paso ¿es posible que la ISP en Colombia actúe institucionalmente en favor de la ley en el Congreso colombiano?

Sin duda nuestro Sindicato Global tiene una capacidad de incidencia por su fuerza política que ha tenido para guiar nuestras luchas por la igualdad entre los géneros, siendo de relevante importancia que en este momento actué institucionalmente reconociendo en este gran logro un avance para los derechos de las mujeres y un cambio favorable para la sociedad y la democracia. En este sentido, luego de que este tema se discutiera unas 39 veces en el Congreso, sin que prosperara el debate y se convirtiera en ley, fue la Corte Constitucional la que, tras la demanda de varios sectores de mujeres, tomó este trascendental fallo. Este fallo de la Corte ha generado controversias en el Congreso, por lo que sí vale la pena que el movimiento sindical nos pronunciemos en favor que se legisle sobre este tema.

¿Cómo ves las implicaciones con la prestación de servicios públicos de salud en Colombia luego de esta decisión?

El sistema de salud en el país se encuentra bastante debilitado, incluso se están liquidando Empresas Prestadoras de Salud que han gravitado con los impactos de la pandemia ante la falta de un soporte financiero por parte del Estado para superar la crisis existente. Sin duda esta decisión generará otras exigencias de política pública para apalancar financieramente esta medida por parte del Estado y que no se convierta en un fracaso para las mujeres más pobres que no tienen acceso a este servicio que en su mayoría está privatizado.

En este sentido nuestras afiliadas en Colombia del sector salud serán fundamentales. ¿Qué piensan sobre este tema?

El sector salud ha jugado un papel importante en esta lucha por lograr la despenalización del aborto porque de alguna manera también estaba penalizada la prestación del servicio hasta con la pérdida de su tarjeta profesional, así que la demanda del servicio se verá impactada y tendrá el Estado la responsabilidad de proveer los medios para atenderla. Es importante tener en cuenta que dentro del sector salud aunque hay posturas divididas frente al tema, gran parte de los y las profesionales de la salud estaban respaldando esta demanda por la despenalización del aborto pues reconocen que es un tema de salud pública y el poder regular el aborto les generará tranquilidad para poder actuar con libertad y atender las necesidades de las mujeres que requieran hacerlo, sin temor a ser condenados o perder su tarjeta profesional.

En el Ecuador, luego de la decisión de la Corte Constitucional y sin haber aprobado la ley, ya han existido procedimientos de interrupción del embarazo, en casos por violación, que es lo que la Corte sentenció. ¿Crees que en Colombia puede pasar igual?

Sin duda puede pasar lo mismo y de hecho va a ser así, porque la sentencia de la Corte Constitucional jerárquicamente obliga como derecho fundamental que el gobierno tendrá que implementar los procedimientos y manuales que sean necesarios para estas intervenciones legales, e incluso si se llegarán a solicitar acompañados de toda la academia de psicología para el acompañamiento. Esto con el fin que se eliminen las inequidades entre las mujeres que pueden acceder y las que no, a un aborto seguro y oportuno, pues recordemos que el hecho que el aborto sea despenalizado no significa que no existía anteriormente. Siempre ha existido el aborto, solo que antes se realizaba de manera clandestina, sin medidas de bioseguridad y poniendo en riesgo la vida especialmente de mujeres de escasos recursos que debían hacerlo.




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