Ignorar las demandas de lxs trabajadores de la salud condenará la recuperación post-Covid
Jun 23, 2022
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Hoy, en el Día Mundial de los Servicios Públicos, la ISP lanza "Detrás de la Máscara", un documental interactivo en línea que revela no sólo los vínculos entre la vida personal de lxs trabajadores y las decisiones políticas que han agravado esta crisis, sino que presenta también los profundos cambios políticos necesarios para mejorar las condiciones y prepararse para los desafíos futuros.
Cada una de las 6 millones de vidas perdidas hasta ahora por Covid-19 es una tragedia humana. Sin embargo, son innumerables las vidas que se han salvado gracias al esfuerzo desinteresado de nuestrxs trabajadorxs de primera línea, especialmente en los servicios de salud y de cuidados, en los que las condiciones de trabajo han causado muchas muertes innecesarias entre el personal.
Estas condiciones brutales no son inevitables, sino que son el resultado directo de las decisiones políticas de los gobiernos: infrafinanciar los sistemas de salud, dotar de recursos insuficientes a los hospitales y no dotar de personal suficiente a nuestros servicios de primera línea. Para honrar sus sacrificios y garantizar que la historia no se repita (como ocurrió con el ébola), debemos asegurarnos de que lxs trabajadores de primera línea ayuden a elaborar los planes de recuperación de Covid-19 a nivel local, nacional y mundial.
Por eso, hoy, Día Mundial de los Servicios Públicos, la ISP lanza "Detrás de la Máscara". Este documental interactivo en línea revela los vínculos entre la vida personal de lxs trabajadores y las decisiones políticas que han agravado esta crisis, así como los profundos cambios políticos necesarios para mejorar las condiciones y prepararse para los retos futuros.
El primero de los episodios, ya disponible, sigue a Trish, una enfermera zimbabuense encarcelada por organizar una protesta contra la falta de EPI en su hospital. Ella es sólo una de los cientos de miles de trabajadorxs que han tomado medidas para exigir un sistema más justo que respete sus derechos.
Vea Detrás de la Máscara
Nuestro nuevo documental interactivo en línea sobre lxs trabajadores de primera línea del mundo
Descubra el primer episodioSin embargo, en todo el mundo, los líderes políticos que una vez aplaudieron a lxs trabajadores como Trish están aplicando políticas que harán su vida aún más difícil. Más de 80 países van a aplicar medidas de austeridad el año que viene, exponiendo a más de 2.000 millones de personas a las brutales consecuencias socioeconómicas de los recortes en los servicios públicos y socavando la preparación ante una pandemia.
Mientras tanto, Alemania, el Reino Unido y la Comisión Europea han desbaratado por completo la propuesta de exención de patentes de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre vacunas y suministros que salvan vidas.
En el próximo año, 80 países van a aplicar medidas de austeridad
Esta exención, respaldada por más de 100 países, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el personal de la salud del mundo, habría ayudado a aumentar la producción y a acabar con el apartheid de las vacunas. En palabras de George Poe Williams, enfermero de Liberia, "su decisión de dar prioridad a los lucros monopólicos de las corporaciones farmacéuticas significa que lxs trabajadores de la salud tendremos que esperar aún más tiempo para que nuestras comunidades estén a salvo".
La ineficacia de la OMC a la hora de encontrar una solución significativa sobre las patentes de vacunas demuestra cómo las principales cuestiones sanitarias no pueden ser gobernadas con seguridad por una organización dedicada a la promoción del libre comercio. Por ello, debemos dirigir nuestra atención al nuevo proceso del Tratado sobre Pandemias de la OMS. Esto representa una oportunidad real para que lxs trabajadores hagan oír su voz a la hora de dar forma a las nuevas normas sanitarias mundiales y a un sistema más fuerte de gobernanza mundial que dé prioridad a las personas y al planeta por encima de los lucros privados. En colaboración con sindicatos de todo el mundo, hemos elaborado cinco reivindicaciones de lxs trabajadores de la salud para el proceso del Tratado sobre Pandemias. Cada uno de estos puntos políticos es esencial para garantizar que aprendemos las lecciones de esta pandemia:
1. Salud pública universal
Los gobiernos deben proporcionar asistencia de salud de calidad a todxs como servicio público, independientemente de la capacidad de pago. Esto es vital para la preparación ante una pandemia y para mantenernos a todxs a salvo.
2. Mejor dotación de personal, mejores condiciones
La rápida formación y contratación de más personal de salud es clave para crear lugares de trabajo más seguros. La mejora de los salarios y de las condiciones laborales es clave para aumentar el empleo en el sector y reducir la pérdida de profesionales formados de los países en desarrollo al Norte Global.
3. Reforzar las reservas y las cadenas de suministro de productos sanitarios
Los gobiernos deben crear mejores reservas de equipamientos y suministros sanitarios esenciales, incluso promoviendo la producción local y reformando las cadenas de suministro mundiales.
4. Suspender las patentes de suministros y medicamentos que salvan vidas
Todos los gobiernos deben tener garantizado el derecho a suspender los derechos de propiedad intelectual sobre los suministros que salvan vidas en tiempos de crisis sanitaria, para que las patentes no frenen la producción.
5. Reformar la economía mundial para ponerla al servicio de la salud
Los gobiernos deben reforzar los presupuestos de salud pública colaborando para acabar con la evasión fiscal de las empresas. Las instituciones financieras internacionales deben perdonar la deuda odiosa y poner fin a las condiciones de los préstamos para el desarrollo que restringen la inversión en servicios públicos de calidad.
Otro mundo es posible
A pesar de que estos cambios son esenciales, urgentes y -en muchos casos- obvios, ganarlos no será fácil. Muchos miembros de la élite mundial se han forrado con esta pandemia y esperan que la opinión pública pase de esta crisis e ignore sus causas profundas. También se benefician de la economía del carbono que impulsa la crisis climática. El sistema neoliberal del que dependen profundiza la desigualdad social y alimenta los conflictos violentos en todo el mundo.
Cada vez más, lxs trabajadores de emergencias públicas son llamados a trabajar en circunstancias cada vez más difíciles. Estxs trabajadores también necesitan más personal, mejores herramientas y formación
La pandemia mundial ha empujado a millones de personas a la pobreza extrema y la creciente crisis climática está agravando esta peligrosa tendencia. Cada vez más, lxs trabajadores públicos de emergencias son llamados a trabajar en circunstancias cada vez más difíciles. Estxs trabajadores también necesitan más personal, mejores herramientas y formación, y servicios públicos más fuertes para coordinar, anticipar y responder.
Las cosas no tienen por qué ser así. Es posible conseguir unos servicios públicos de calidad bien financiados y de acceso universal, incluido un sistema de salud universal. Pero esto requiere reformas de gran alcance de los sistemas globales, incluyendo las normas sobre impuestos y comercio, sobre las cadenas de suministro global de producción y consumo, y más.
Pero los que se benefician no quieren ver cambios en nuestro sistema fiscal que les obliguen a pagar una justa parte de sus lucros por la pandemia o un impuesto de sociedades global mínimo para financiar los servicios de salud.
No quieren que los gobiernos desafíen sus patentes de monopolio sobre las vacunas que salvan vidas (la mayoría de las cuales fueron financiadas públicamente en primer lugar).
No quieren un mundo en el que lxs trabajadores seamos capaces de dar forma a las políticas que afectan a nuestra vida laboral.
No creen que otro mundo sea posible. Nosotros sí lo creemos.
Pero no podemos hacerlo solos. Ustedes aplaudieron a lxs trabajadores de primera línea. Ahora necesitamos que actuéis por lxs trabajadores de primera línea, y por el planeta. Es hora de decir a nuestros políticos que escuchen las voces que más importan: las de los que más han dado. Si ignoramos a lxs trabajadores de primera línea, repetiremos nuestros errores. Escuchándoles podemos hacer realidad este mundo más sano, más seguro y más justo.