El Congreso de la ISP aborda la guerra en curso en Israel y Palestina

RESOLUCIÓN NO. 48: LA GUERRA EN ISRAEL Y PALESTINA(Versión original en inglés)

El 31º Congreso Mundial de la Internacional de Servicios Públicos (ISP)
Reunión en Ginebra del 14 al 18 de octubre de 2023

El 31º Congreso de la Internacional de Servicios Públicos expresa sus más profundas condolencias y solidaridad a todos los civiles que han sufrido pérdidas y lesiones en Israel y Palestina.

Los brutales ataques de Hamás contra Israel, que han causado más de mil muertos, la toma de rehenes y su utilización como escudos humanos, son acciones terroristas destinadas a impactar brutalmente sobre la población civil.

Tampoco puede justificarse la reacción de Israel de castigar colectivamente a la población de Gaza por las acciones de Hamás que han provocado la matanza indiscriminada de civiles palestinos.

La reacción de Israel de castigar colectivamente a la población de Gaza por las acciones de Hamás que resultan en la matanza indiscriminada de civiles palestinos no puede justificarse.

La denegación de agua, electricidad, suministros médicos y asistencia humanitaria por parte de Israel a la población de Gaza, que ya ha tenido que soportar un bloqueo de 16 años, constituye una violación fundamental del derecho internacional y puede constituir un crimen de guerra.

Como federación sindical mundial que organiza a los trabajadores de las agencias internacionales, hemos sabido con consternación que, sólo hasta el 12 de octubre, 11 miembros del personal de la OMS, 5 del CICR y 12 de la UNRWA han sido asesinados en Gaza.

Exigimos protección para esos trabajadores que seguirán trabajando como empleados en los servicios públicos, la atención sanitaria, el agua y la energía, la educación y otros sectores clave. Además, debe respetarse la Convención de Ginebra sobre heridos, enfermos y civiles.

Como trabajadores de los servicios públicos estamos comprometidos a facilitar el acceso a los derechos humanos fundamentales. Por eso pensamos que la comunidad internacional tiene que movilizarse para detener el conflicto, eliminar el bloqueo ilegal de Gaza y garantizar el respeto de los derechos humanos de su población, al tiempo que pide la liberación de los israelíes retenidos como rehenes por Hamás.

A estas alturas es difícil evaluar qué consecuencias puede tener el conflicto entre Israel y Hamás en la ya frágil y convulsa situación de Oriente Próximo, pero lo que es seguro es que cuanto más dure la guerra, más posibilidades habrá de que se extienda por toda la región.

Es hora de que la comunidad internacional asuma su responsabilidad, deje que la diplomacia trabaje para detener la guerra, proteja a los civiles, aborde las causas profundas del conflicto palestino-israelí, incluida la ocupación de los territorios palestinos, y exija la aplicación de las resoluciones de la ONU por el derecho de los palestinos a tener un Estado viable y vivir con dignidad, junto a un Israel seguro.