"Aislamiento sin violencia”, una propuesta sindical para frenar las violencias machistas en cuarentena

“Todos los delitos bajaron con la cuarentena menos los femicidios, que persisten”. La escalofriante frase la dijo la propia ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta a principios de la semana. El lunes en el ya clásico reporte diario brindado desde el Ministerio de Salud de la Nación a cargo de Carla Vozzotti en relación a la pandemia por el coronavirus, se sumó Josefina Kelly Neila, secretaria de Políticas contra la Violencia por Razones de Género del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad para informar sobre las medidas implementadas para prevenir las violencias por motivos de género y asistir y contener a las personas en esa situación. Pero lo cierto es que estas medidas del Gobierno nacional vienen siendo acompañada tanto por organizaciones sociales como por organizaciones gremiales. Tal es el caso del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS), conducido por José Luis Lingeri, que nuclea a un total de 9000 trabajadorxs —del cual un 27% son mujeres— de AYSA, que trabajan en los servicios de provisión de agua potable y de saneamiento cloacal en 26 comunas del Gran Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En estos días de confinamiento desde la Secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades y Trato decidieron lanzar una fuerte campaña contra femicidios y violencias machistas para ayudar y concientizar a las propias compañeras.

“Hemos desarrollado un par de campañas en conjunto con AYSA. Esta es audiovisual y tiene la finalidad de visibilizar a los ojos de los compañeras varones pero sobre todo para hacer visible para las compañeras mujeres que están sufriendo algún problema o que tienen alguna persona que está sufriendo este problema de violencia doméstica y que obviamente se ha agravado muchísimo con el tema del aislamiento”, explica Karina Navone, secretaria de géneros del sindicato. “Queremos hacer visible cómo se puede actuar en esos casos, cómo ayudar a estas mujeres que sabemos que están sufriendo este flagelo de la violencia. Cómo contenerlas, qué hacer, qué cosas no conviene hacer o decir”.

Otra de las campañas está en consonancia con la propuesta del ministerio del “Barbijo Rojo” pero esa contraseña la pueden usar dentro del trabajo. “Replicamos dentro de nuestras afiliadas, que si ellas están sufriendo algún tipo de violencia pueden enviarle un mail o un mensaje a su superior directo, sea supervisor, jefe o a un compañero de trabajo con la frase “barbijo rojo”. Es algo que nos dispara un sentido de alerta y de esa forma podemos actuar llamando, enviando a la policía o llamando al 144 de acuerdo a lo que corresponda al caso. Nosotros tenemos detectados casos a través de nuestra obra social y de intervenciones anteriores de la Secretaría de Género. Tenemos identificados casos, algunos que estaban sufriendo ya desde antes violencia doméstica. Entonces más o menos podemos y evaluar si es algo inminente o completamente urgente como para llamar al 911 o directamente haciendo derivarlo a 144”.

Pero esta acción no está descontextualizada, sino que tiene que ver con el trabajo sostenido que viene haciendo la Secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades y Trato dentro del sindicato: “todo esto nos es posible gracias a una enorme red de referentes y delegadas mujeres en todos los sectores de trabajo a las que guiamos junto con la compañera Valeria Bubas”, destaca Navone. “Nos hemos planteado un plan estratégico bastante ambicioso que tiene como objetivo tener una visión integral de la mujer: la mujer como trabajadora, pero también la mujer como persona, con sus intereses culturales, personales, políticos, económicos, en su desarrollo profesional, en la posibilidad de que pudiera conciliar la vida familiar con su condición de trabajadora. Y a través de este plan estratégico hemos podido obtener muchos resultados. Ahora hace muy poquito se aprobó un plan de acción 2020-2025 para poder hacer efectiva esta política de inclusión que incluye un programa integral de capacitación en género en el marco de la Ley Micaela”, concluye Karina.