Acabar con la violencia contra las mujeres debe ser una lucha de todxs

En 2022, casi 89.000 mujeres y niñas fueron asesinadas intencionadamente en todo el mundo, la cifra anual más alta registrada en las dos últimas décadas. La mayoría de los asesinatos de mujeres y niñas están motivados por el género, y el número de feminicidios no está disminuyendo. En 2023, una mujer fue asesinada cada 10 minutos en todo el mundo.

"La violencia a la que se enfrentan las mujeres no se detiene en la puerta de su casa: las sigue hasta el lugar de trabajo. Con una mujer asesinada cada 10 minutos en todo el mundo, debemos reconocer que la violencia de género es un problema sistémico que requiere una acción colectiva", afirma el Secretario General de la ISP, Daniel Bertossa, con motivo del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres de este año.

"Los sindicatos desempeñan un papel crucial para acabar con los feminicidios, trabajando para reforzar los servicios públicos y elevando el poder de las trabajadoras, al tiempo que presionan para que se ratifique y aplique el Convenio 190 de la OIT. Sólo mediante la acción unida podremos crear lugares de trabajo y comunidades libres de violencia y acoso. Este 25 de noviembre, alcemos nuestras voces para reafirmar nuestra lucha para acabar con los feminicidios y con la violencia y el acoso por razón de género como manifestación transversal de la violencia en el mundo del trabajo", añade Bertossa.

El 25 de noviembre, ONU Mujeres y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) darán a conocer cifras actualizadas sobre los feminicidios en todo el mundo y presentarán el informe "Femicidios en 2023: Estimaciones mundiales de feminicidios en la pareja o en la familia".

Violencia contra las mujeres en el mundo laboral

En 2024, el número de ratificaciones del C190 aumentó a 45, con la adhesión de Austria, Dinamarca, Finlandia, Kirguistán, Filipinas, Portugal, la República de Moldavia, Rumanía y Samoa. Sin embargo, nuestros retos en cuanto a su materialización también se han ampliado.

Necesitamos el poder de las trabajadoras y de los sindicatos para garantizar la implementación efectiva del C190 sin retrocesos, al tiempo que abordamos los desafíos a los que nos enfrentamos.

La OIT comparte este sentido de urgencia, habiendo publicado este año un estudio sobre las iniciativas, estrategias y negociaciones sindicales desde la adopción del Convenio sobre la violencia y el acoso (núm. 190) y su Recomendación (núm. 206), 2019. El estudio destaca que "poner fin a la violencia de género sigue siendo una prioridad sindical clave. Se trata de una cuestión que movilizaba a los sindicatos de todo el mundo antes de la pandemia, en particular como resultado de la mayor visibilidad dada al problema por el movimiento #MeToo y otros movimientos en todo el mundo”.

Tenemos seis desafíos ante nosotros:

DESAFÍO 1 - Un mecanismo tripartito

Los gobiernos deberán:

• Garantizar la participación de los sindicatos en todos los aspectos de la implementación del C190.

• Establecer mecanismos de diálogo social permanentes y vinculantes tanto a nivel nacional como en el lugar de trabajo para garantizar la aplicación efectiva, la consulta, el seguimiento y la rendición de cuentas.

DESAFÍO 2 - Libertad de asociación y negociación colectiva

• La protección de lxs trabajadores contra la violencia y el acoso no es responsabilidad exclusiva de las autoridades públicas, los empleadores o lxs trabajadores individuales.

• Sólo puede lograrse mediante el ejercicio genuino de los derechos colectivos, la libertad de asociación y la negociación colectiva.

DESAFÍO 3 - Trabajo decente

• Reforzar el trabajo decente para prevenir y eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo significa situar como prioridad el pleno empleo, la protección social, los derechos individuales y colectivos en el trabajo y el diálogo social en el proceso de implementación de la C190.

DESAFÍO 4 - Violencia y acoso: Un concepto unificado

• La distinción entre violencia y acoso es mínima. La ISP aboga por el establecimiento de un marco jurídico nacional que los consolide en un único concepto: «violencia y acoso». No hacerlo supondría un retroceso.

• Los sindicatos deben conseguir un concepto nacional unificado de «violencia y acoso» que armonice el C190 con la legislación nacional. Este concepto debe abarcar toda la gama de comportamientos, temporalidad, intencionalidad y daños, incluidos los que tienen su origen en la violencia de género.

DESAFÍO 5 - Concebir el mundo del trabajo sin distorsiones ni reducciones

• La ISP y sus sindicatos afiliados proponen un enfoque integral del mundo del trabajo en el proceso de implementación de la C190.

• Cualquier distorsión o reducción a términos como «en el trabajo», «lugar de trabajo» o «entorno de trabajo» diluye, evade y disminuye el alcance y la intención del convenio.

DESAFÍO 6 - Desarrollar un enfoque integrado e inclusivo

La ISP se compromete a fomentar un enfoque integrado e inclusivo en la implementación del C190, enfocándose en lo siguiente:

• La participación plena y vinculante de lxs trabajadores y los sindicatos en todos los niveles, desde el local hasta el nacional.

• Medidas de prevención que aborden la organización del trabajo y los factores psicosociales, en lugar de centrarse únicamente en casos individuales.

• Integración de la «violencia y el acoso» en los mecanismos de salud y seguridad en el trabajo.

• Protecciones claras contra daños y riesgos para grupos de trabajadores en situaciones, sectores, ocupaciones y modalidades de trabajo vulnerables, grupo del cual casi siempre son parte las mujeres

16 días de activismo

Como todos los años, la ISP participará en los 16 Días de Activismo por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres - una acción coordinada organizada por los Sindicatos Globales - a partir del 25 de noviembre. Siga nuestro contenido en las redes sociales y ayude a correr la voz.