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Inicia ciclo de talleres “Reconstruir la definición de Cuidados”

Oct 4, 2021

Este martes 4 de octubre, la ISP en conjunto con la Fundación Nodo XXI dieron inicio al ciclo de talleres “La organización Social del Cuidado en el Centro», destinado a dirigentas de las afiliadas chilenas a la ISP que estén interesadas en profundizar conocimientos y replicar los contenidos a sus organizaciones.

La iniciativa -que se realiza en el marco del proyecto FORSA y contempla dos sesiones más, el 18 y 25 de octubre- surgió en el contexto de un estudio efectuado por la ISP y Nodo XXI, que comparó la legislación, institucionalidad y las políticas de cuidados en Uruguay, Ecuador, México y Chile. Esta investigación arrojó importantes resultados, que se plasmaron en el documento “EL TRABAJO DE CUIDADOS COMO TAREA COLECTIVA: HACIA UNA ORGANIZACIÓN SOCIAL DEL CUIDADO” y que incluye una serie de propuestas y recomendaciones.

“Con el objetivo de compartir los resultados de este estudio y aportar en la formación de las y los trabajadores de los servicios públicos en el conocimiento y compresión de las políticas del cuidado, desde la teoría feminista y desde la organización sindical, es que hemos planteado este ciclo formativo”, precisó Nayareth Quevedo, secretaria subregional de la ISP Cono Sur, al inaugurar la actividad.

Durante los talleres se abordarán también las políticas de cuidados que han desarrollado en Chile y en la región; las propuestas para construir sistemas de cuidado, en el marco de los debates de la nueva Constitución y las reformas de gobierno; la relevancia del cuidado y su reconocimiento, así como su relación con los servicios públicos y se desarrollarán conocimientos que permitan replicar esta actividad en las respectivas organizaciones sindicales de procedencia.

¿Qué entendemos por cuidados?

Carolina Espinoza, vicepresidenta del Comité Regional de Mujeres de la Internacional de Servicios Públicos y dirigenta de Confusam, agradeció a la ISP la posibilidad de contar con un espacio de trabajo para desarrollar estos temas e invitó a las participantes a “empoderarse, concientizarse y a empujar una transformación que, sin duda, es estructural. Para crear una sociedad de mayor justicia, que nos permita superar este modelo neoliberal, extractivista, depredador y patriarcal, debemos hacer un cambio de cultura. Debemos dejar de naturalizar la violencia y, en cambio, visibilizar todo el sostenimiento de la vida que se desarrolla a partir del trabajo que hacemos las cuidadoras. Tenemos que comprometernos, concientizarnos y asumir esta militancia para ir generando conciencia en el cotidiano, en nuestras afiliadas, en nuestras usuarias”.

A continuación, Camila Miranda y Mara Roitstein, de Nodo XXI, realizaron una actividad práctica con las asistentes al taller, con el propósito de determinar y aclarar qué se entiende por actividades de cuidado y con qué frecuencia las mujeres las efectúan, como parte habitual o normal de sus vidas.

“La mayoría de las mujeres, además de su trabajo remunerado, realizan muchas labores de cuidado, que no son remuneradas (hacer las compras, llevar a los hijos al colegio o al médico, ayudarlos en las tareas, preocuparse del almuerzo, atender o ayudar a nuestros adultos mayores). Según estadísticas recientes, en Chile las mujeres ocupan 42,1 horas semanales en trabajos no remunerados, versus 19 horas en el caso de los hombres. Es decir, hay organización social injusta de los cuidados, que reproduce las desigualdades”, señalan estas especialistas.

Las mujeres que quieren ingresar al mundo laboral, sindical, etc, muchas veces no dejan de hacer las otras actividades (de cuidado), por lo tanto, tienen menos tiempo y pueden colapsar más fácilmente. Esta situación requiere repensar un nuevo acuerdo del cuidado y una redistribución más justa”, agrega Mara Roitstein.

En efecto, la trayectoria laboral de las mujeres muchas veces se ve interrumpida porque deben hacerse responsables de otras actividades, que tienen que ver con la reproducción de la vida, el cuidado de las personas, hijos, hogar, etc. Y eso tiene que ver con la forma en que se estructuró tradicionalmente el trabajo asalariado, muy rígida y sin considerar las actividades que permiten sostener la vida. Las mujeres están en una permanente tensión entre estos dos ámbitos; lo que tiene un efecto en la salud mental.

Esta división de social de roles -propio de una cultura patriarcal y neoliberal- ya ha sido analizada y criticada por movimientos feministas. Sin embargo, hoy en día, el tema ha cobrado mayor interés y vigencia a nivel global, debido a factores como la pandemia.

“La crisis del Covid ha puesto a las mujeres en jaque. Con las escuelas cerradas y las restricciones de movilidad, todo el sistema de cuidados recayó en ellas, provocando conflictos y problemas al interior de las familias”, precisa Camila Miranda.

Los cambios demográficos (envejecimiento de la población), el ingreso de las mujeres al mundo laboral, mayores necesidades de cuidado y menos tiempo para hacerlo, además de los proyectos emancipatorios son factores que también contribuyen a que hoy hablemos de “una crisis de los cuidados”. Por ello, hoy es un tema urgente de abordar, para la sociedad y para las mujeres.

Sostener la vida; una responsabilidad social

Un concepto central en el debate sobre los cuidados es el de “sostenibilidad de la vida”. Estas especialistas señalan que, aunque el concepto aún está en construcción, existen principalmente dos perspectivas: la restrictiva y la amplia. La restrictiva define este término como la acción de atender a una persona dependiente de cuidados. Es decir, se enfoca en un grupo en específico; personas dependientes, niños como personas con discapacidad, mayores o enfermas.

En cambio, si se aborda este concepto en su sentido más amplio se le puede definir como todo aquello que hacemos para reparar, mantener y continuar nuestro mundo y para vivir de la mejor forma posible. Incluye nuestro cuerpo, nuestro ser y el ambiente. “Es una mirada integral y multifuncional, que pone al cuidado en el centro, como un elemento esencial para el bienestar social”, explican las especialistas, precisando que bajo esta mirada, se entiende mucho mejor que “es la sociedad en su conjunto la que debe hacerse cargo del tema de los cuidados, y no únicamente las mujeres”.

Vea las diapositivas del evento:




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