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A tomar acción: Los servicios públicos como parte de la construcción de sistemas de cuidados

Nov 9, 2022

La Internacional de Servicios Públicos (ISP) junto a otras organizaciones mundiales, durante la mañana del lunes 7 de noviembre, en el marco de la XV Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL, realizó un evento paralelo con el objetivo de poner en diálogo la situación actual de los sistemas de cuidado, y las distintas experiencias respecto a esto tanto en gobiernos nacionales como locales

Hace ya varios años se venía hablando respecto al desfinanciamiento de los servicios públicos, y la pandemia dio la razón. La falta de inversión en los sistemas de cuidado y en el sector público en general, el enfoque “lucrativo” y la ausencia de voluntad política en la búsqueda de soluciones, ha creado un escenario internacional que perpetúa y profundiza las condiciones de desigualdad para las mujeres.

El cierre de los colegios y los problemas de acceso a la educación que ocasionaron, las familias enfermas, el teletrabajo y las nuevas condiciones laborales, además de la sensación constante de alerta y temor, fueron factores que generaron un peso y responsabilidad desproporcionada: las mujeres se vieron expuestas a dobles jornadas de trabajo, pues se intensificó la carga de cuidados no remunerados.

Y en este contexto es que la Internacional de Servicios Públicos (ISP) junto a otras organizaciones mundiales, propone e invita a reconstruir la organización del cuidado. Es por eso que, durante la mañana del lunes 7 de noviembre, en el marco de la XV Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL, la entidad realizó un evento paralelo en el Hotel Sheraton de Buenos Aires, y que además,  se transmitió vía Zoom, con el objetivo de poner en diálogo la situación actual de los sistemas de cuidado, y las distintas experiencias respecto a esto tanto en gobiernos nacionales como locales.

Al evento paralelo asistieron presencialmente más de 60 mujeres -mayoritariamente representantes del Comité de Mujeres de Argentina y representantes de la sociedad civil- y 74 participantes en forma virtual.

“La centralidad de los Servicios Públicos para la construcción de Sistemas Integrales de Cuidados”, como fue titulada la reunión, fue moderada por Camila Miranda de Nodo XXI y la médica Mabel Bianco, y profundizó en distintas temáticas esenciales para el avance hacia una sociedad de cuidados, como el cuidado como bien público y su financiamiento a través de una tributación feminista, experiencias comparadas de Chile y Argentina, trabajo decente para obtener un sistema nacional de cuidado y propuestas y desafíos para el futuro.

Tal y como lo mencionó la Secretaria Subregional de la ISP para los países del Cono Sur, Nayareth Quevedo, el gasto publico inadecuado, las medidas de austeridad como políticas económicas que han reducido el gasto público y han privado los sistemas de cuidados de los recursos esenciales para su correcto funcionamiento, sumado a reformas neoliberales que buscan mercantilizar, ha dado lugar a un sistema de cuidados fallido, sobre todo en el ámbito social.

Las asociaciones público-privados han sido cada vez más utilizadas, generando que estos últimos adopten un rol central en la prestación de estos. Los gobiernos se ven liberados de responsabilidades, obviando su trabajo regulatorio y permitiendo la falta de transparencia financiera, y quienes entregan y reciben los cuidados sufren las consecuencias, negativas mayoritariamente. “No estamos en contra de que los privados ingresen a los sistemas de cuidados, pero sí de que se lucre con ellos”, dijo Quevedo, y es que claro, las entidades privadas al tener el ojo en el mercado, no se hacen cargo de entregar condiciones laborales óptimas y el acceso a ser cuidado/a depende del bolsillo.

Muchos gobiernos hablan de la “Economía del cuidado”, no obstante, esta enmarca al cuidado como un sector económico que genera puestos de trabajo y apoya actividades económicas, lo que es cierto, pero también lo presenta como una mercancía individual y no como un bien social público y colectivo. Por esta razón, Corina Rodríguez, parte del grupo central de las organizaciones del Manifiesto Global por el Cuidado, declaró que urge que los sistemas de cuidados formen parte de la centralidad de la vida de las personas, y para conseguirlo es necesario sostener una propuesta progresista. Del mismo modo, la ISP hace hincapié en la utilización del Manifiesto Global para reconocer, remunerar, reivindicar y representar el valor social y económico de este, sobre todo del trabajo no remunerado, y así concebirlo bajo los parámetros del trabajo decente.

Y qué se puede entender como trabajo decente en el sistema de cuidados?

Quevedo y la especialista regional de Género y no Discriminación de la OIT, Paz Arancibia, afirmaron que pisos mínimos serían la profesionalización de la labor de cuidados, que las trabajadoras contaran con acceso a salud, derecho a sindicalización y negociación colectiva, representación al momento de generar y participar en diálogos sociales, remuneración, pensión, y condiciones laborales saludables y seguras, entre otras cosas. “La OIT sabe que cuando se producen e invierte en políticas de cuidado, esto genera mejoras no solo a nivel social sino también en la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo”, expresó Arancibia, por ende, el Estado es el encargado de corregir los daños.

En esa línea, la Directora Ejecutiva de GI-ESCR, Magdalena Sepúlveda, realzó la necesidad de financiar economías inclusivas, verdes, que incluyan a las mujeres y que fomenten el trabajo de cuidados. Para lograrlo se debe abolir la evasión y elusión fiscal, ponerle un coto a la optimización impositiva de las multinacionales y de los más ricos, aumentar la progresividad de los impuestos y apuntar a una acción regional de fiscalidad.

Pese a que llegar a ese punto pueda ser lento, indicó que la OCDE impulsó una tasa impositiva mínima, y aunque es ineficiente por no considerar las diferencias entre países desarrollados y en vías de, muestra que es posible realizar acuerdos políticos globales que permitan avanzar a un sistema tributario mejorado. Según explicó Sepúlveda, junto al Director de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de Independencia, Claudio Rodríguez y la subsecretaria de Políticas de Igualdad del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, Lucía Cirmi, Argentina, Chile y Colombia han tomado medidas en relación a esto, actuando en trabajo mancomunado entre las comunidades y los gobiernos, promoviendo programas de cuidados que cambien la división sexual del trabajo tanto dentro de las casas como afuera, por lo que sirven de experiencia para otros países.

Aunque antes de la crisis la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya tenía un registro de que las mujeres invertían 4.1hrs al día de trabajo doméstico y cuidado no remunerado versus 1.7 de los hombres, valorado en 11 billones de dólares al año, la pandemia y las constantes crisis revirtieron en América Latina muchos de los avances en materia de género que existían. Es por esto que si se busca la transformación del sistema de cuidados, los sindicatos deben tomar acción y luchar contra la desigualdad de género y por el trabajo decente para las cuidadoras/es, pues se basan en la explotación. Es necesario que desde un rol activo exijan a los gobiernos e instituciones que reivindiquen los servicios de cuidado y restablezcan el deber y la responsabilidad que el Estado tiene al ser garante de derechos.

Ad portas del 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, La Secretaria Subregional para el Cono Sur de la ISP, Nayareth Quevedo, indicó que sin un cambio profundo en la división sexual del trabajo es difícil lograr la igualdad y sin servicios públicos que transformen las relaciones desiguales de género, la exposición de las mujeres a la violencia, acoso, pérdidas de empleo u otros impactos, persistirá.




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