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No solo lxs trabajadorxs de la salud, sino millones más necesitan mejores condiciones para combatir el Covid-19

Mar 26, 2020

Mientras el mundo es azotado por la crisis sanitaria mundial de COVID-19, millones de trabajadorxs de los servicios públicos - en su mayoría empleadxs de los gobiernos locales y regionales - están en la primera línea de la emergencia, poniendo sus vidas en peligro para garantizar nuestra seguridad

Lxs trabajadorxs de la salud (médicxs, enfermerxs, parterxs, técnicxs de laboratorio, conserjes, trabajadorxs de comedores de hospitales y muchos más) son lxs más afectadxs por esta terrible lucha y están expuestos a la contaminación, al agotamiento laboral y al daño psicológico.

También debemos reconocer a lxs muchxs otrxs profesionales del servicio público que continúan prestando implacablemente servicios públicos esenciales para garantizar que los hospitales funcionen y cuenten con los suministros necesarios para atender a lxs pacientes, y manteniendo a las personas protegidas.

El servicio continuo que prestan lxs trabajadorxs del agua y la energía hace posible que las personas se laven, beban y cocinen; calienten sus hogares, trabajen a distancia y se mantengan en contacto con sus seres queridos mientras están confinados. Lxs trabajadorxs italianos de la electricidad tienen la obligación legal de restablecer el servicio en caso de interrupción en una casa particular o en un barrio. En estos tiempos difíciles, los equipos de protección personal (EPP) como máscaras, guantes, cascos de plexiglás y trajes desechables son escasos y deben utilizarse con moderación. Algunxs trabajadorxs ya no pueden utilizar el transporte público para ir a su trabajo y su empleador debe proporcionarles vehículos.

Trabajadorxs de la eletricidad de ACEA, Roma, Itália. Foto: Rassegna Sindacale
Trabajadorxs de la eletricidad de ACEA, Roma, Itália. Foto: Rassegna Sindacale

Lxs trabajadorxs de la industria de los desechos y el saneamiento -que ya corren un gran riesgo de contaminación y enfermedad en épocas normales- se exponen aún más en este momento para asegurarse de que los desechos médicos y domésticos contaminados se eliminen de forma segura, al tiempo que desinfectan el espacio público. En las circunstancias actuales, los municipios tienen que adoptar más medidas de SST y proporcionar a lxs trabajadorxs de la recogida de residuos los equipos de protección individual adecuados, incluida la adaptación de la frecuencia y las rutas de recogida para reducir los riesgos de contaminación. En Hamilton (Canadá), las autoridades locales y la CUPE5167 acordaron garantizar que lxs trabajadorxs que se ocupan de los desechos tengan acceso a desinfectante y EPP adicionales, así como a los lavabos a lo largo de sus rutas, lo que constituye una preocupación importante tras el cierre de negocios y restaurantes. La ciudad también suspendió la recogida de desechos de hojas y de jardín para garantizar las normas de distanciamiento social, y está instando a lxs residentes a poner los pañuelos en bolsas de basura cerradas en lugar de contenedores de reciclaje para limitar la exposición de lxs trabajadorxs.

A medida que el número de muertes aumenta drásticamente, los servicios funerarios municipales tienen la difícil tarea de enterrar o incinerar a lxs fallecidxs con dignidad y acompañar a las familias en el duelo, al tiempo que mantienen al público a salvo del contagio. El alcalde de Madrid ha suspendido temporalmente los servicios de colecta y sellado de las víctimas de COVID por parte de la empresa municipal, debido a la falta de EPP para el personal, y ha lanzado un llamamiento urgente de apoyo al gobierno central. Mientras continúa asegurando la remoción de los cadáveres, la empresa municipal recurre ahora a empresas privadas para la recolección y el sellado. En los países más afectados, entre ellos Italia, Francia y Suiza, el ejército se ha movilizado para colaborar con los entierros.

Lxs bomberos, el personal de ambulancias y los socorristas suelen ser los primerxs en atender a lxs pacientes enfermxs en estado crítico y trasladarlxs a los hospitales. Aunque están acostumbradxs a manejar emergencias, incendios y desastres, sus propios equipos de protección personal no están necesariamente adaptados para protegerlxs de las pandemias.

Los servicios sociales, la atención domiciliaria y los servicios de atención a lxs discapacitadxs desempeñan una función esencial de apoyo a los más vulnerables en estos tiempos difíciles, rompiendo el aislamiento de lxs ancianxs y abordando los problemas específicos de lxs discapacitadxs a raíz de la pandemia. En Italia, uno de los países con mayor población de ancianxs del mundo, los cerca de 200.000 empleadxs de los servicios sociales y de atención a domicilio no son suficientes, carecen en gran medida de EPP y están al borde del agotamiento. Los sindicatos italianos instan a las autoridades públicas a que aumenten los niveles de personal y garanticen el más alto nivel de seguridad para proteger a lxs usuarixs de los servicios y a lxs trabajadorxs por igual. Los sindicatos australianos de servicios públicos piden a sus gobiernos central y locales que actúen de manera coherente para garantizar un nivel adecuado de personal, EPP y formación para retener a lxs trabajadorxs de los servicios para discapacitadxs, que ya son escasos.

Dado que millones de trabajadorxs están perdiendo sus empleos y corren el riesgo de ser desalojadxs por la fuerza a causa de los atrasos en el pago de los alquileres, se pide a lxs trabajadorxs de los servicios de vivienda pública que ayuden, además del apoyo regular que deben prestar a las familias, a las personas sin hogar y a otras personas en situación precaria, incluidos lxs migrantes y lxs refugiadxs. Los daños causados por la especulación inmobiliaria no reglamentada, la venta de viviendas públicas y los recortes en los servicios de vivienda en los últimos años se están poniendo plenamente de manifiesto en esta crisis. Sólo en Inglaterra, el número de familias que viven en alojamientos temporales ha aumentado en casi un tercio en los últimos cinco años, llegando a 62.280 familias 5.400 de las cuales están en instalaciones compartidas. La situación es particularmente crítica en este caso; si se quiere vencer efectivamente el COVID-19, todxs deben estar en condiciones de cumplir debidamente las normas de confinamiento.

Policía municipal de Avellaneda, grande Buenos Aires, Argentina.
Policía municipal de Avellaneda, grande Buenos Aires, Argentina.

A medida que los países aprueban progresivamente órdenes de confinamiento, la policía municipal controla los espacios públicos para garantizar el cumplimiento de las normas de distanciamiento social mediante la educación del público y la dispersión de los grupos. Durante sus intervenciones, lxs agentes de la policía municipal pueden encontrarse en estrecho contacto con personas que no siempre respetan las normas de distanciamiento social.

La escasez de equipo médico para salvar vidas, como máscaras, guantes y aparatos respiratorios de cuidados intensivos y muchos otros bienes esenciales hace que la labor de lxs empleadxs de los aeropuertos sea fundamental, ya que garantizan la entrega segura y oportuna de los bienes esenciales comercializados y para contener aún más el contagio.

Mientras que lxs trabajadorxs de los servicios públicos vitales están en la primera línea de la lucha contra el COVID-19 y las escuelas están cerradas, muchxs trabajadorxs de guarderías y jardines de infancia están llamadxs a garantizar un servicio mínimo esencial para sus colegas.

El cierre económico está dejando a muchxs trabajadorxs sin empleo y a las empresas al borde de la quiebra. En este dramático contexto, a medida que se aprueban las leyes de emergencia económica de apoyo a los ingresos, lxs trabajadorxs de la administración pública que prestan servicios , tales como beneficios al desempleo y prestaciones sociales, están trabajando las 24 horas del día.

Las prisiones son un ámbito de alto riesgo para la propagación del virus y lxs trabajadorxs del servicio penitenciario están amenazadxs. Países como España, Irán y Estados Unidos han liberado a presxs de bajo riesgo para reducir el índice de transmisión o han suspendido temporalmente las detenciones de corta duración por infracciones menores. En una prisión de Gales, actualmente se cree que 75 oficiales están fuera del trabajo enfermxs o aisladxs.

La ISP insta a las autoridades gubernamentales nacionales, locales y regionales a que escuchen a lxs trabajadorxs de los servicios públicos y a sus sindicatos cuando expresen sus necesidades legítimas.

Al igual que en el caso de lxs trabajadorxs de la salud, estxs trabajadorxs de los servicios públicos de primera línea, de los que depende en gran medida el resultado de la batalla contra el COVID-19, la supervivencia de la economía y de la civilización tal como la conocemos, están experimentando una dramática escasez de personal, falta de recursos y de PPE para realizar adecuadamente su trabajo y al mismo tiempo mantener a la población, a ellxs mismxs y a sus familias a salvo.

En estas circunstancias extremadamente difíciles, escuchar a lxs trabajadorxs de los servicios públicos locales y comprometerse con sus sindicatos es más que nunca fundamental para vencer la pandemia del COVID-19.

La ISP insta a las autoridades gubernamentales nacionales, locales y regionales a que escuchen a lxs trabajadorxs de los servicios públicos y a sus sindicatos cuando expresen sus necesidades legítimas de garantizar unos servicios continuos, eficaces y seguros para todxs en un momento de crisis sin precedentes.

La ISP les invita a referirse a la nota conceptual de la ISP sobre la respuesta al COVID-19 y especialmente a:

  1. Entablar un diálogo con los sindicatos de la administración pública para encontrar soluciones conjuntas que garanticen los estándares más altos de seguridad para lxs trabajadorxs y usuarixs de la administración pública, manteniendo al mismo tiempo la continuidad vital del servicio.

    Lxs empleadorxs de servicios públicos deben involucrar activamente a los sindicatos de servicios públicos en el proceso de adopción de decisiones para determinar las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la salud en el lugar de trabajo y proporcionar información transparente y oportuna a lxs trabajadorxs y sus sindicatos sobre el número y la ubicación de las infecciones y la información más actualizada sobre la enfermedad.

    La crisis del COVID no debe ser utilizada por lxs empleadorxs para:

    • traer trabajadorxs no sindicalizadxs y temporales para presionar a lxs trabajadorxs que ejercen su derecho a retirarse del trabajo en caso de peligro inminente y en condiciones inseguras;

    • evitar las negociaciones de acuerdos colectivos y los esquemas de relaciones laborales en curso debido a las circunstancias excepcionales;

    • flexibilizar la legislación laboral y desistir a la aplicación de los convenios colectivos.

  2. Mantener los más altos estándares de salud y seguridad ocupacional (SST) específicos de cada profesión de la administración pública y proveer de un adecuado EPP a todxs.

    Las autoridades nacionales, regionales y locales deben asegurar de manera consistente y coherente que a lxs trabajadorxs de primera línea de los servicios públicos se les garanticen los más altos estándares de salud y seguridad ocupacional y el equipo de protección personal (EPP) adecuado a los riesgos específicos de sus profesiones.

    En particular, lxs empleadorxs del servicio público deben:

    • respetar todas las obligaciones detalladas en los Convenios 155, 187 y 161 de la OIT, así como en las Recomendaciones 194, 197 y 171 de la OIT y el Protocolo del Convenio 155 y hacer cumplir estrictamente la aplicación de estos por todxs lxs empleadorxs

    • adoptar y aplicar las directrices de la OIT sobre el trabajo decente en los servicios de emergencia pública como política nacional, para proteger adecuadamente a lxs trabajadorxs en la primera línea de la respuesta al coronavirus

    • proporcionar test de diagnóstico gratuitos para lxs trabajadorxs, y tratamiento para los trabajadorxs infectadxs;

    • proporcionar equipo de protección personal (PPE) completo a cualquier trabajadxr que pueda entrar en contacto con personas infectadas o con cualquiera que provenga de una zona infectada y proveer PPE adecuado a todxs lxs trabajadorxs que trabajen en zonas públicas o muy frecuentadas;

    • respetar el derecho de lxs trabajadorxs a optar por no trabajar cuando su salud y seguridad puedan correr peligro o cuando ellxs o sus familias tengan problemas de salud subyacentes que puedan verse agravados por el virus

    Lxs profesionales que están particularmente expuestxs, como lxs trabajadores de residuos, lxs bomberos, lxs trabajadorxs de emergencias, de los servicios funerarios, así como también la policía municipal - hay que asegurar que tengan acceso:

    • instalaciones adecuadas y desinfectadas, vestuarios y baños que permitan el respeto de un distanciamiento social seguro;

    • la desinfección regular del equipo de trabajo esencial;

    • la posibilidad de dejar sus uniformes en el establecimiento y el acceso a un servicio de lavandería profesional para que estos sean lavados y/o desechados adecuadamente

  3. Asegurar niveles adecuados de personal de servicio, formación y retención

    Los servicios vitales experimentan una dramática escasez de personal y recursos y necesitan contrataciones, formación y condiciones de trabajo decentes para garantizar la continuidad del servicio.

  4. Liberar o reasignar al personal de servicio público no vital

    A muchxs trabajadorxs de las zonas de servicios públicos no esenciales no se les permite el confinamiento y se les exige que se presenten para realizar trabajos que lxs exponen a ellxs mismxs, al público y a sus familias a la contaminación. En tales circunstancias, sólo se deben mantener y aumentar los niveles de personal vital, mientras que en caso de amenaza grave e inminente de contagio lxs trabajadorxs deben tener la opción de retirarse del trabajo, de conformidad con los convenios de la OIT sobre SST. La redistribución debe ser consensuada y venir acompañada de una formación, un equipo de protección personal y condiciones adecuadas.

  5. Abordar el agotamiento laboral y los riesgos psicosociales

    Dado que prestan servicios en condiciones excepcionales, muchxs profesionales del servicio público de primera línea están al borde del desgaste y del agotamiento laboral, experimentando niveles insoportables de estrés y ansiedad, incluso sus propias familias y para sus vidas

    Lxs empleadorxs deben garantizar la salud mental y el apoyo psicosocial (MHPSS) y la formación de todxs lxs trabajadorxs sobre las cuestiones médicas y sociológicas emergentes relacionadas con el brote. Esta dimensión debe tenerse plenamente en cuenta y abordarse eficazmente cuando los gobiernos establezcan sus planes de contingencia y paquetes financieros para vencer la pandemia.

  6. Promulgar leyes y políticas que garanticen que todxs lxs trabajadorxs, incluidos los del sector no estructurado, lxs trabajadorxs ocasionales o subcontratados y lxs trabajadorxs de la economía de plataforma reciban subsidios de licencia por enfermedad con los que puedan vivir durante cualquier período de cuarentena después de una posible exposición, exposición sin diagnóstico o prueba diagnóstica positiva, o cuando sus lugares de trabajo o medios de subsistencia se cierren temporalmente para reducir la transmisión de la infección

    Escuchar la voz de lxs trabajadorxs de la administración pública local y entablar un diálogo constructivo con sus sindicatos es más crucial que nunca para abordar y detener eficazmente el COVID-19.




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